Todo sobre las madres en el cine
- Aranza Gutiérrez
- 24 jun
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 25 jun

Durante décadas, el cine encasilló a las madres como mártires o villanas (porque pstt...por lo general, eran vistas desde la mirada masculina). Hoy, más cineastas muestran que ser madre es mucho más que un arquetipo y que hay mil y un maneras de maternar. Estas son algunas de las representaciones maternas más complejas, incómodas y humanas del séptimo arte.
La realidad y lo incómodo de maternar
La culpa, el deseo de huir, el agotamiento físico y emocional. Durante mucho tiempo estos aspectos fueron censurados o disfrazados en el cine. Ahora, cada vez más películas los muestran sin vergüenza ni culpa. Porque maternar no es solo amar: también es perderse, cansarse, gritar. Qué ver: The Lost Daughter, Maggie Gyllenhaal.

Madre e hija, relaciones rotas
Una de las relaciones más complejas es la de una madre y su hijx. Esas relaciones en las que no todo es color de rosa, en las que muchas veces pesa el vínculo, y que el cine, poco a poco, ha comenzado también a visibilizar. Ese lado donde hay heridas, silencios, traumas y marcas que perduran. Y como en cualquier otro lazo, estas representaciones también nos ayudan a cuestionar si hay ramas que deberían ser podadas para romper con los patrones familiares y sanar la herida emocional para las próximas generaciones. Qué ver: Lady Bird, Greta Gerwig.

Lady Bird de Greta Gerwig. Créditos: A24 Las que no quieren serlo
Dentro de las maternidades, poco se habla de aquellas que decidieron que aún no estaban listas para convertirse en madres. Y qué importante es también plasmarlo, mostrarlo, para que quienes han pasado por ese mismo sentimiento se sientan acompañadas. Cada vez más relatos cuestionan la idea de que toda mujer “debe” ser madre. Hay cuerpos que deciden no gestar, historias que luchan por la autonomía, y mujeres que no quieren, ni deben, explicarse. Qué ver: The Happening, Greta Gerwig.

Anamaria Vartolomei en Happening. Créditos: IFC Films. ¿Madres sin redención?
Personajes a los que la maternidad las enfrentó con sus más grandes temores. Madres que no buscan salvar a sus hijxs porque están demasiado desconectadas o abrumadas con todo lo que implica: gritos, jaloneos, rebeldía traducida en violencia, y en algunos casos, trastornos mentales con los que no sabían (ni esperaban) tener que lidiar.
A veces es el postparto, otras veces es el duelo, la frustración, la ausencia de una red de apoyo o simplemente la carga emocional de criar cuando no se está lista. No siempre hay redención, ni vínculo posible. Solo mujeres tratando de sobrevivir. Qué ver: We Need To Talk About Kevin de Lynne Ramsay.

Hoy, la maternidad en el cine es más real. Ya no se muestra solo en blanco o negro, hay toda una escala de grises que ver, sentir y explorar. Cada vez más directoras y guionistas se atreven a retratar maternidades que duelen, que cansan, que incomodan. Historias que, en muchos casos, nos invitan a espejearnos y a darnos cuenta de que no eres la única madre o la/él únicx hijx atravesando la complejidad y la deconstrucción de lo que significan cada uno de esos roles.
Y recuerden que no hay una sola forma de maternar, ni de narrarlo.
¡Te comparto otros filmes que también hablan sobre la maternidad!














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